Con la modificación se establecerían subcategorías más específicas para ciertos productos, como salsas de soya y mostazas. Esto permite definir metas de reducción de sodio adaptadas a las diferentes técnicas de producción utilizadas en la industria.

Asimismo, para reducir la carga regulatoria y los costos asociados, los requisitos de certificación de terceros serían reemplazados por declaraciones de primera parte, en las cuales los productores, comercializadores o importadores asumirían la responsabilidad de verificar que sus productos cumplan con las regulaciones.

Reconociendo las dificultades que enfrenta el sector gastronómico, la Resolución eximiría a ciertos productos de uso exclusivo en este ámbito de las metas de reducción de sodio. Esto tendría como objetivo garantizar que haya suficiente oferta de ingredientes para las recetas y prevenir la disminución de las ventas en el sector.

Las modificaciones se realizarían en respuesta a las solicitudes de diversos actores, incluyendo los gobiernos de Estados Unidos, Costa Rica, Paraguay y Guatemala, así como empresas nacionales. La escasez de organismos de certificación de terceros y los costos asociados a la certificación eran obstáculos importantes que han tratado de abordar con este Proyecto.